Periodista español
Vive en Barcelona
Editor del blog Periodismo Crítico
www.periodismocritico.com
Ex Don Balón
Ex El País
@3ric_89
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Edición Diario Sport |
Nunca había
presenciado algo similar. Jamás había asistido a tal vorágine de portadas,
elogios, hagiografías, perfiles y felaciones deportivas. La campaña que la
prensa deportiva catalana está llevando a cabo para convencer a los aficionados
del Barcelona de que Neymar es el hombre que éstos necesitan clama al cielo y
desafía los preceptos de la lógica en todas sus variantes. Desde las campañas
periodísticas para fichar a Juan Román Riquelme o Javier Saviola no se había
visto nada similar en la Ciudad Condal. El problema que se produce cuando
fichamos los periodistas y no los técnicos es meridiano y se hace evidente en
los casos de los dos futbolistas argentinos recién nombrados:
independientemente de la calidad técnica de los jugadores (indiscutible, sobre
todo, en el primer caso), estos peloteros no triunfaron y acabaron
decepcionando a una hinchada cebada artificialmente de ilusiones.
Nadie discute la
calidad de Neymar. Es un auténtico portento técnico, un futbolista que
ilusiona, que desequilibra, que vende, que encandila, que inventa. El delantero
“santista” contiene –o puede llegar a contener- , precisamente, todo aquello de
lo que puede carecer el Barcelona si David Villa no vuelve a ser David Villa y
si Alexis Sánchez no se convierte, de una vez por todas, en Alexis Sánchez.
Neymar tiene velocidad, desequilibrio en tres cuartos de cancha y capacidad de
acompañar a Leo Messi en la faceta goleadora. Pero, sin embargo, es también
indiscutible que éste no es todavía su momento. Tito Vilanova no lo considera
prioritario; el equipo necesita hacer una inversión para reforzar el centro de
la zaga de forma prioritaria; el Barcelona confía en hombres como Villa, Pedro,
Alexis o Cuenca para esa misma función a corto plazo; su presidente ha
declarado que no lo dejará marchar antes del Mundial de Brasil; los aficionados
del Barcelona no consideran que su fichaje sea una necesidad imperiosa; no ha
demostrado que su juego sea válido para el exigente fútbol europeo; y un
infinito etcétera que no hace más que vislumbrar que Neymar será un gran
fichaje en su momento, en su justo punto de cocción, pero jamás ahora, a la
desesperada.
Edición Diario Mundo Deportivo |
Contra toda
lógica, no obstante, la prensa deportiva catalana no deja de dedicarle portadas
y artículos de forma injustificada, creando expectativas; acaso tratando de
empezar a justificar un fichaje que se está fraguando desde las altas
instancias del club catalán. Ni los técnicos ni los aficionados lo han pedido
todavía. Entonces, ¿a qué responden tantas portadas? ¿Quién está interesado en
promocionar el fichaje? ¿Quién está deseando que los aficionados azulgrana
empiecen a deglutir a Neymar? ¿La propaganda del “Gran Hermano” de George
Orwell ha llegado, también, al fútbol? Estos son algunos de los titulares
dedicados a Neymar (en detrimento de medallistas olímpicos) en los últimos
días:
“Neymar es el
futbolista más cotizado de una selección brasileña llena de estrellas”
“Pretemporada
con Neymar”. “Cae bien, es un tipo humilde…”
“Si el presidente
me llama, hablaremos” (sobre su posible llegada al Barcelona este mismo verano)
“Neymar en
estado puro”
“Neymar
encajaría perfectamente en el Barça”
“Brasil quiere
convertir a Neymar en el jugador más completo y el Barcelona se beneficiará de
ese proceso”
“Fabricando al
jugador perfecto”
“Los mejores
también fallan”
“Neymar quiere
venir en enero”
“Neymar es la
gran estrella de los Juegos Olímpicos”
“Show de Neymar
hasta en los entrenamientos”
“Messi quiere a
Neymar”
“Neymar tiene un
talento especial”
“Neymar, más
pronto que tarde”
“¿Habrá sorpresa
Neymar?”
“Neymar no tiene
miedo a nada”
Esto es sólo una
pequeña muestra de lo visto en la última semana en la prensa deportiva
catalana. Lo mejor del caso, es que se está logrando, precisamente, el efecto
contrario al deseado. El aficionado azulgrana está empezando a sentir repulsa
por tanta propaganda y está empezando a rechazar su contratación. Neymar, sin
ninguna duda, debe jugar en el Barcelona. Es un fuera de serie, llamado a
suceder a Ronaldo y Messi en el Olimpo. Pero que sea cuando le interese al
cuerpo técnico y cuando lo necesite la plantilla, no cuando lo necesite
“quiénsabequién” y “quiénsabeporqué”.
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