Si le dan otra portada, que no lo fichen, por favor

Por Eric Porcel
Periodista español 
Vive en Barcelona 
Editor del blog Periodismo Crítico 
www.periodismocritico.com
Ex Don Balón
Ex El País
@3ric_89





Edición Diario Sport
Nunca había presenciado algo similar. Jamás había asistido a tal vorágine de portadas, elogios, hagiografías, perfiles y felaciones deportivas. La campaña que la prensa deportiva catalana está llevando a cabo para convencer a los aficionados del Barcelona de que Neymar es el hombre que éstos necesitan clama al cielo y desafía los preceptos de la lógica en todas sus variantes. Desde las campañas periodísticas para fichar a Juan Román Riquelme o Javier Saviola no se había visto nada similar en la Ciudad Condal. El problema que se produce cuando fichamos los periodistas y no los técnicos es meridiano y se hace evidente en los casos de los dos futbolistas argentinos recién nombrados: independientemente de la calidad técnica de los jugadores (indiscutible, sobre todo, en el primer caso), estos peloteros no triunfaron y acabaron decepcionando a una hinchada cebada artificialmente de ilusiones. 

Nadie discute la calidad de Neymar. Es un auténtico portento técnico, un futbolista que ilusiona, que desequilibra, que vende, que encandila, que inventa. El delantero “santista” contiene –o puede llegar a contener- , precisamente, todo aquello de lo que puede carecer el Barcelona si David Villa no vuelve a ser David Villa y si Alexis Sánchez no se convierte, de una vez por todas, en Alexis Sánchez. Neymar tiene velocidad, desequilibrio en tres cuartos de cancha y capacidad de acompañar a Leo Messi en la faceta goleadora. Pero, sin embargo, es también indiscutible que éste no es todavía su momento. Tito Vilanova no lo considera prioritario; el equipo necesita hacer una inversión para reforzar el centro de la zaga de forma prioritaria; el Barcelona confía en hombres como Villa, Pedro, Alexis o Cuenca para esa misma función a corto plazo; su presidente ha declarado que no lo dejará marchar antes del Mundial de Brasil; los aficionados del Barcelona no consideran que su fichaje sea una necesidad imperiosa; no ha demostrado que su juego sea válido para el exigente fútbol europeo; y un infinito etcétera que no hace más que vislumbrar que Neymar será un gran fichaje en su momento, en su justo punto de cocción, pero jamás ahora, a la desesperada.


Edición Diario Mundo Deportivo
Contra toda lógica, no obstante, la prensa deportiva catalana no deja de dedicarle portadas y artículos de forma injustificada, creando expectativas; acaso tratando de empezar a justificar un fichaje que se está fraguando desde las altas instancias del club catalán. Ni los técnicos ni los aficionados lo han pedido todavía. Entonces, ¿a qué responden tantas portadas? ¿Quién está interesado en promocionar el fichaje? ¿Quién está deseando que los aficionados azulgrana empiecen a deglutir a Neymar? ¿La propaganda del “Gran Hermano” de George Orwell ha llegado, también, al fútbol? Estos son algunos de los titulares dedicados a Neymar (en detrimento de medallistas olímpicos) en los últimos días: 

 
“Neymar es el futbolista más cotizado de una selección brasileña llena de estrellas” 

“Pretemporada con Neymar”.  “Cae bien, es un tipo humilde…”

“Si el presidente me llama, hablaremos” (sobre su posible llegada al Barcelona este mismo verano)

“Neymar en estado puro”

“Neymar encajaría perfectamente en el Barça”

“Brasil quiere convertir a Neymar en el jugador más completo y el Barcelona se beneficiará de ese proceso”

“Fabricando al jugador perfecto”

“Los mejores también fallan”

“Neymar quiere venir en enero”

“Neymar es la gran estrella de los Juegos Olímpicos”

“Show de Neymar hasta en los entrenamientos”

“Messi quiere a Neymar”

“Neymar tiene un talento especial”

“Neymar, más pronto que tarde”

“¿Habrá sorpresa Neymar?”

“Neymar no tiene miedo a nada” 


Esto es sólo una pequeña muestra de lo visto en la última semana en la prensa deportiva catalana. Lo mejor del caso, es que se está logrando, precisamente, el efecto contrario al deseado. El aficionado azulgrana está empezando a sentir repulsa por tanta propaganda y está empezando a rechazar su contratación. Neymar, sin ninguna duda, debe jugar en el Barcelona. Es un fuera de serie, llamado a suceder a Ronaldo y Messi en el Olimpo. Pero que sea cuando le interese al cuerpo técnico y cuando lo necesite la plantilla, no cuando lo necesite “quiénsabequién” y “quiénsabeporqué”.


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