Y se nos fue el Flaco...

Dibujo de Spinetta por Luis Gaspardo
 
Hoy se nos fue el flaco #Spinetta y cuando se van estos genios se nos va una parte de nuestra vida. Queda su música.
Cuando leí la noticia en mi mail y a 15.000 kms de distancia dije: ¡la puta madre, se nos murió el flaco Spinetta! y me invadió una tristeza enorme que me llevó al impulso de escribir lo que me saliera al toque en este tweet. 
Y es cierto, luego tecleando en el chat con mi vieja (mi vieja en el chat!), ella me contaba que cuando nos llevaba cuando éramos niños a mí y a mi hermana a la pileta del Club Harrods Gath & Chaves, había una esquina que daba a una cortada, y en una casa, el flaco ensayaba con su grupo. Ella se quedaba con nosotros un rato espiando y escuchando lo que ensayaban. Yo ni me acuerdo de eso. Era muy chiquito.
Eso te da la pauta que ha marcado a más de una generación que en ese entonces como mi vieja y mucha gente, estaba recontra reprimida y la puta, te deja una sensación de mezcla de tristeza y nostalgia parecida a como cuando volvías de vacaciones de la playa cuando eras chico...  y no volvías a ver más a tus amigos de ese verano o más. Gráficamente es la única manera de relacionar mi sensación corporal cuando se muere una persona que te acompaña en la mayor parte de tu vida. Aunque no la conociera personalmente.
Al flaco lo vi tocar en vivo un par de veces, y recuerdo una especialmente en recitales de verano que hacían en la época cuando Alfonsín era presidente, en las Barrancas de Belgrano. La noche que le tocaba al flaco, estaba disfónico y disculpándose enormemente, suspendió el show prometiendo que al otro fin de semana lo iba a hacer bien. No sólo lo hizo bien, sino que se cantó todo y mucho más. 
Recuerdos de verano con aroma a jazmin, faso, porro y birra... y sin milicos... y de fondo el flaco cantando suave con su guitarrita roja que brillaba.
Mientras tanto a 15.000 kms, envuelto en una frazada y cagándome de frío porque vivo en un piso de mierda, me puse Spotify y metí a Spinetta a todo trapo. Como un pequeño homenaje a su Alma de diamante. Un temazo como muchos otros que compuso.
Aparte de ello, soy un admirador del estilo periodístico de la revista Rolling Stone y de toda su edición gráfica, me metí a leer la última entrevista  que le realizó para la edición de Setiembre de 2008  Claudio Kleiman. Se puede descargar el PDF y para aquellos que quieren leer un poco de todo su recorrido está muy buena.
Todavía no la acabé de leer, pero aparte de lo que cuenta y es cierto, desde que lo escuché siempre nos hizo sentir inseguros. La música de Spinetta es que cambiaba todo el tiempo pero en el fondo seguía siendo el mismo.
Nunca se quedó en un mismo estilo en su búsqueda creativa. 
Y me hizo pensar.  
Mientras nosotros estamos haciendo la revista para lanzar y preparando el plan de como cojones hacemos una revista sin un duro, decidí que voy a diseñar todos los números diferentes, muy libre. 
Me lo merezco, ya me hincharon las pelotas muchísimos editores en otras editoriales con ideas berretas o cutres. 
Y no me refiero a esa libertad llena de libertinaje caótico. Es bueno eso, no lo niego. Pero equilibrio como todo.
Será siempre ElevenFoot. Cambiar siempre para no cambiar nunca. Desestabilizar al lector. 
Quizás el mundo está un poco hecho mierda por el sólo hecho de quedarse así.
Ya lo tengo en la cabeza. Ya se los mostraremos.
Gracias Flaco!

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