Back to the Future... con un camión arriba de la cabeza



Portada del extra River 100 años. 
Moreno y Labruna en una pose típica.
Emprender un proyecto desde cero da mucho vértigo. Y mucho cagazo
Pero siempre cuando me da esa sensación de cagadera, me acuerdo de esta frase:

“Le metí un camión arriba de la cabeza”...

De chico en la escuela, los que dibujábamos bien, copiábamos y repetíamos mil veces las instantáneas de los goles de nuestros ídolos que se publicaban en la revista El Gráfico. Mi padre la compraba. Ya les había contado que el club de mis amores es River Plate y en los ’70, El Gráfico para nosotros era la única revista de referencia en ese momento ¿lo mejor que tenía? Las fotos. La calidad de sus fotógrafos y de sus plumas era lo que siempre distinguió a la marca. Yo, como todos los chicos, miraba las fotos, las figuritas o cromos y ¡nada de lectura!
De esto que les cuento era más o menos el año 76/77, cuando el dibujo para mí ya pintaba como algo que supuestamente me iba a dar de comer. 
Tuvieron que transcurrir en el medio, unas cuantas novias y veintipico de años más, para que me reecontrara con El Gráfico no como lector, sino como diseñador. 
Entré a la redacción como colaborador de cierres de los domingos desde la mañana hasta la noche tarde para enviar la revista a imprenta que salía los martes. 
Conocer a las grandes firmas en vivo y en directo, periodistas que veía encuadrados en un marquito y que disfrutaba leyendo cuando los seguía de adolescente fue increíble. Fue como cerrar un círculo.  Primero lo hice como colaborador freelance en cierres y otros especiales, luego vino el Mundial de Francia ’98. Fue la experiencia más buena que he tenido en una redacción en un Mundial. He tenido la suerte de trabajar junto a Federico Bozzani como director de arte y Fabián Mauri como editor fotográfico, Adrián Maladesky y Miguel Rubio, dos grossos como editores en redacción. La sensación de trabajar divirtiéndome, nunca más la he tenido en todos estos años de trabajar para diferentes redacciones.

Una de las anécdotas que me acuerdo entre muchas vividas en El Gráfico, fue que cuando nos mudamos a la nueva redacción donde estaba la sede de Torneos, todos los domingos venía de visita algún famoso o político para ver las instalaciones y la redacción. 

La mejor de todas, fue una noche que vino Maradona a la redacción y el gesto que nunca olvidé fue que saludó primero a todo el personal antes que a los dueños de Torneos. Toda una declaración de principios
Cuando hablamos de Maradona todos los argentinos tenemos alguna anécdota relacionada con El Diego. La mayoría rozan la fábula. Pero en mi caso debo contar un dato estadístico de mi vida que no deja de ser curioso.
Lo vi debutar en vivo y en directo en Argentinos Juniors y luego en la Selección Argentina de Menotti contra Hungría en la cancha de Boca. 
La culpa de esta casualidad la tuvo mi padre Coco que era fanático de Ferrocarril Oeste, club del barrio de Caballito en Capital que en los ’80 tuvo su época dorada. En los entretiempos miraba a los cebollitas que entretenían a la gente haciendo jueguito con la pelota, y uno de esos chicos era Maradona. Mi viejo estaba loco con Diego. Y cuando Ferro jugaba de local, mi padre iba y disfrutaba del entretiempo con Diego pibito. 

Un día miércoles 20 de octubre de 1976 que era mi cumpleaños, mi padre pidió permiso a la directora de la escuela para sacarme más temprano y llevarme a ver un partido que Argentinos Juniors jugaba por la tarde frente a Talleres de Córdoba. En ese partido debutó Maradona con un caño a Cabrera. Argentinos perdió 1-0 pero ese caño no se olvidó más. Y hablando de círculos que se cierran en el año 2001, Diego Borinsky al grito de ¡La puta que lo parió, miren lo que encontré!, descubrió en el gigante archivo de El Gráfico traspapeladas en una carpeta con el nombre de Cabrera, fotos de aquel partido y por supuesto del caño, que nunca se habían publicado. Esa foto, la del caño, fue portada de la edición Nro. 4280 donde Pablo LLonto escribe un informe impresionante de ese día. En la web Taringa también hay fotos de ese caño.

Con la impronta de TyC, vino a la redacción Mariano Hamilton como editor de la revista.
Hamilton fue el creador de el diario deportivo Olé y el título que encabeza este post fue una frase made in Mariano: Al pibe le metí un camión arriba de la cabeza... mirá la cara de cagazo que tiene... Eso lo dijo cuando un día me pidió que hiciera la portada del número 4200 y la verdad es que estaba cagado en las patas.
Hacer una portada en El Gráfico era una cosa muy seria. Había mucha presión. Quizás viéndolo de lejos demasiada. 
Hice muchas portadas allí. Exactamente 101 portadas. 
Lo bueno de toda la experiencia en EG fue poder aprender al lado de gente con un talento increíble en redacción como Miguel Rubio quien me ayudó para que fuera jefe de arte, el polifacético Daniel Roncoli una máquina de crear secciones y con un humor buenísimo. También Elías Perugino, ‘El chino’ todoterreno Claudio Martínez, Alejandro del Bosco, Osvaldo Ricardo Orcasitas O.R.O y muchos más.
Sin saberlo el fútbol me tocó desde chiquito con la revista de mi infancia. Este es mi pequeño homenaje a la gente que me ha acompañado en grandes dosis como lector y luego me han formado cuando los conocí en la redacción. 
Quizás no lo saben pero me han ayudado indirectamente a realizar el rediseño de la revista Don Balón en Barcelona donde resido actualmente. Y lo siguen haciendo con este proyecto porque me he reencontrado con muchos de ellos ahora a 15.000 kms.

Emprender un proyecto desde cero da mucho vértigo. Y mucho respeto. 
Pero siempre cuando me da esa sensación de cagadera, y ahora pienso en el proyecto de ElevenFoot,  me acuerdo de esa frase y el camión lo cambio por

“Ahora tengo un Ipad arriba de la cabeza”...

Igual el cagazo no te lo quita nadie. Mejor, así no vamos de agrandados por la vida.



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