Los méritos del actual entrenador de la Juventus de Turín, Antonio Conte, asoman la cabeza, cada vez con más descaro, por encima del montón de controversias que ha acumulado en su corta etapa como entrenador.
Por Marcos Moreno Teruel
El ex centrocampista, que tiene a la 'Juve' muy viva en la Champions League, ha compactado a un bloque que maravilla fuera de sus fronteras. La actual 'vecchia signora' es el ejemplo de “un equipo que golea sin grandes goleadores y que domina sin jugadores 'top'”. Son palabras del legendario Arrigo Sacchi, que salió haces unos días en defensa del técnico en La Gazzetta dello Sport, viniendo a decir que no hay que ponerse puritanos, por sus aspavientos, con un tipo que es “artífice” del gran juego 'bianconero'. Sacchi, en referencia al movimiento unísono de los jugadores sobre el terreno de juego, comentaba: “Son como una orquesta y pueden tocar desde rock hasta piezas de sinfónica, y suenan como un todo”. Es decir, tienen eso que en teatro se llama 'escucha' y en baloncesto 'visión periférica'. Y eso, según el de Fusignano, es gracias a la capacidad del entrenador para enseñar sus “grandes conocimientos”.
No es de extrañar, pues, que se haya relacionado a Conte con un futuro próximo en Real Madrid o Chelsea. Además, su perfil extradeportivo, polémico y protestón, es similar al de José Mourinho, que también ha dejado huella en sendos clubes. El de Lecce tiene, entre sus mayores logros, el ascenso con el Bari como campeón de la Serie B y la rápida recuperación de un Siena descendido. Pero sobre todo se convirtió en Conde de Turín cuando su conjunto obtuvo el histórico Scudetto 2011-12 con una Juventus invicta.
Como se ha explicado, el ex internacional con Italia ha destacado por su irreverencia tanto como por su talento: cuando entrenaba al Siena fue duramente castigado por un encubrimiento de amaños y no hace mucho fue sancionado por su insistente cruzada contra los árbitros, llegando a perseguir al colegiado Marco Guida y al juez de puerta Andrea Romeo, en un Juventus-Genoa, hasta el túnel de vestuarios para que reconocieran un supuesto error. Tanto ha llegado a alterar su vehemencia que el periodista televisivo Carlo Pellegatti le llamó “sinvergüenza” doce veces seguidas, entre otras lindezas, durante una retransmisión en directo.
Pero uno de los episodios más curiosos se ha vivido en los octavos de esta Champions 2012-13, cuando acusó al futbolista inglés del Celtic Gary Hooper de obstaculizar constantemente a Buffon en el área chica. Su homólogo Neil Lennon, el entrenador de los escoceces, entró al trapo en un cruce de opiniones donde el peor parado fue el árbitro español Alberto Undiano Mallenco, que no dejó contento a ninguno de los dos batalladores.
Conte, una suerte de entrenador para los albinegros, es siempre defendido por su director deportivo 'Beppe' Marotta, quien lo quiere en la Juventus por mucho tiempo. Ante los rumores de su marcha explicó lo siguiente a Radio Anch'io Lo Sport: “Sé que no todo el mundo es Ferguson, pero lo tendremos muchos años”. Del mismo modo ha reaccionado uno de los mejores porteros de la historia, el propio 'Gigi' Buffon, que manifestó a la CNN que se trata de “uno de los mejores entrenadores del mundo”. “No sé irá -añadió- hasta que sienta que ha cumplido en este club”. El guardameta piensa que su técnico tiene “unos conocimientos soberbios y además saca lo mejor de cada jugador”. Aunque puntualizó que el reto de la Champions es “muy difícil”, Buffon (35 años) expresó: “Veo entrenadores de otros grandes equipos en Europa y no siento para nada que el nuestro sea peor”. Para tranquilidad de los juventinos, el 'allenatore' sureño ha declarado recientemente que quiere permanecer en la 'Juve' durante 10 o 15 años.
Acerca de Antonio Conte
Antonio Conte (43 años), actual entrenador de la Juventus, comenzó a dedicarse profesionalmente al fútbol en el equipo de su ciudad natal, Lecce, situada justo en el tacón de Italia. Tenía casi 17 años cuando debutó en la máxima categoría italiana y apenas superaba la veintena cuando dejó a los gualdirrojos para iniciar, con la 'vecchia signora', lo que supondría una relación de largo recorrido. Fueron trece años en los que llegó también a la Nazionale, la selección italiana. Precisamente participó en la que perdió en los penalties frente a Brasil la final de EEUU 1994.
Su estrecho vínculo con el equipo juventino no acabó como jugador y, ya de técnico, recaló allí de nuevo tras ascender con el Siena (2010-11). Antes había hecho lo propio con el Bari (2007-09). Tanto en su primera toma de contacto como protagonista principal de un banquillo, en el Arezzo (2006-2007), como en su corta etapa en el Atalanta (2009-10), donde dimitió, firmó unos números discretos.